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Volvemos a casa con nuevas páginas escritas en el libro de nuestras vidas.
Hemos podido disfrutar de experiencias únicas, descubriendo a nuevos amigos que se han convertido para nosotros, a raíz de estos días, en nuevos compañeros de vida.
Hemos aprendido, que en realidad existe un mar de cosas que nos acerca y solo unas pequeñas gotas de agua son las que nos separan de los demás.
Que debemos ser auténticos, tenaces, más agradecidos y que los abrazos en grupo son los mejores.
Disfrutar de la naturaleza, caminar y perderte, hasta que trabajando codo con codo y gracias a Jesús logramos poner el rumbo correcto en nuestras vidas.
Estos días también hemos tenido muy presentes a aquellos que no nos han podido acompañar, pero que sabemos que también han rezado por nosotros y por los frutos de esta convivencia.
Gracias Señor por todos y cada uno de los jóvenes y animadores que han sido parte activa de esta convivencia. Gracias por unirnos y poder crear un nuevo capítulo conjunto en el libro de la vida de los jóvenes de nuestra comunidad.